Autora: Ana María Velasco
La etapa universitaria es una etapa para experimentar. En la universidad tenemos mucha flexibilidad: podemos elegir nuestras propias clases, nuestros horarios y más. Esta flexibilidad nos permite tener tiempo para explorar diferentes actividades que usualmente no haríamos. Antes estábamos en el colegio y teníamos un horario fijo y limitante. Más adelanta ya trabajaremos y tendremos un horario laboral. ¡Esta es nuestra oportunidad para aprender nuevas cosas, participar en diferentes actividades o incluso emprender!
Muchas veces porque somos jóvenes pensamos que emprender va a ser muy difícil. Creemos que hay que invertir bastante dinero, que los gastos serán elevados y no tenemos cómo financiar todo esto. Pero en realidad, el emprendimiento no es tan complicado como parece y tampoco requiere grandes capacidades financieras.
El emprender puede ser tan sencillo como volverse un tutor. Un estudiante de matemáticas puede crear su propio emprendimiento de tutorías. Lo que necesita son: sus habilidades matemáticas, tiempo para dar sus tutorías, un lugar donde hacerlas (incluso puede ser en línea) y pocos materiales como papel, lápiz y una calculadora. Para promocionar su emprendimiento puede pedir a sus amigos y familia que lo recomienden o incluso postular sus servicios en redes sociales.
El emprendimiento puede también ser tan sencillo como vender un producto hecho por uno mismo. Un estudiante que disfrute de hacer pasteles en su tiempo libre puede comenzar a cocinar sus pasteles en mayor cantidad y venderlos a sus amigos o compañeros. Lo único que va a necesitar va a ser tiempo y los ingredientes para hacer sus pasteles.
En los dos ejemplos ambos estudiantes crearon su emprendimiento con base en pocos recursos, su tiempo y sus habilidades. Para emprender no tuvieron que crear un negocio innovador, tampoco tuvieron que invertir muchísimo dinero y por último están haciendo algo que disfrutan. Como jóvenes universitarios podemos aprovechar nuestra flexibilidad en los estudios para atrevernos a emprender y generar ingresos.
Al emprender no solo generamos ingresos, también desarrollamos habilidades que nos servirán para el mundo laboral. Estos pueden ser resolver problemas, relacionarse con clientes, manejar nuestras propias cuentas, conocer a diferentes personas en la industria y más.
Hay muchas oportunidades y maneras para que los jóvenes emprendan. ¡Anímate!