Autora: Lourdes Hernández
Las funciones del dinero son: intercambio, ahorro y crecimiento.
Pero, según Ken Honda en su libro Dinero Feliz (Happy Money), las razones que tiene la gente para querer más dinero son cinco:
- Mantener un estándar de vida
- Ganar poder
- Vengarse de otros
- Encontrar libertad
- Expresar amor y apreciación
Todos queremos que nuestro dinero sonría. Pero si no tenemos una actitud saludable hacia el dinero, no habrá cantidad en el banco que cambie la relación con éste.
Alguien se burló de ti alguna vez, entonces “le pagas” al mostrarte adinerado. A veces, si no puedes gastar, lo haces solo para sentirte superior.
Es una actitud que te hace daño a ti mismo. Es una muestra de inseguridad.
Si eres feliz con tu vida y tu trabajo, tu billetera sonreirá.
Si eres feliz, el dinero es una fuerza de gozo, y siempre estará ahí. Si tienes miedo, proyectas miedo al dinero, y éste no es tu amigo, te abandonará.
Ken nos hace esta pregunta:
Si el dinero fuera una persona, ¿quién sería? Alguien gentil y bondadoso, o alguien malo y poco amigable.
Si siempre tuviste una buena experiencia con el dinero, te va ir bien económicamente, no vas a sufrir ni a culpar a otros por la falta de dinero o porque no te va bien.
¿Por qué hay gente a quien sus padres pagan todo desde chicos y salen adelante? ¿Por qué otros siempre están sufriendo para tener el pan en la mesa, con escasez permanente?
Las creencias de generaciones de antepasados llegan a ti, tanto de escasez como de abundancia. De algo bueno y energético como de algo malo. Está en tus manos crear una mentalidad de abundancia para heredarla a tus futuras generaciones.
Ken dice: “tengo amigos que viven sin dinero, producen su propia comida, comprarán al año $1000 máximo. Y tengo otros amigos que en una noche pueden tomar un vino de $1000. Tengo amigos dueños de grandes empresas y otros que manejan un camión o son asistentes o amas de casa. Y ambos, los ricos y los no tan ricos tienen las mismas preguntas sobre el dinero. Qué pasará en el futuro, tendré la misma suerte siempre, tendré más o menos dinero. Pocos son los que no tienen miedo al futuro ni viven con el mito de la escasez.
En todos los casos, el dinero no compra la felicidad. Porque querer siempre más, no te da paz.
Es cierto que el dinero alivia ciertas incomodidades de la vida. Te evita cierto estrés y preocupación. Puedes pagar las cuentas cada mes, invitar a los amigos o dar un regalo.
Ken Honda propone cinco pasos para tener una buena relación con el dinero:
- Vivir el presente, la felicidad viene de dentro. Soy feliz hoy, aquí. Y soy agradecido. Esta gratitud me da gozo y entusiasmo. Cuando aprecio algo que estoy gozando, me conecto con este momento. Mucha gente no vive eso, la vida es una competencia y aun cuando gana, se prepara para la siguiente carrera. No hay tiempo para disfrutar, pues alguien te puede ganar. Te desconecta del momento presente. Te hace escaso. No apures al siguiente momento. Vive éste.
- Tener una relación de amor con el dinero. Estoy enamorado del dinero para hacer cosas que me gustan. Tengo suficiente, tengo lo que necesito. Así no sea rico-a. En el centro de mi vida no está el dinero. Está lo que me gusta hacer. No veo los precios, compro lo que me gusta. Sé lo que quiero, por eso no compro mucho. Compro con responsabilidad y veo la calidad. No acumulo cosas, vivo experiencias para sentirme vivo-a.
- El dinero no me define. Sé quién soy y estoy bien con esto. No pienso que debo tener una casa más grande o un carro más lujoso porque sé que eso no va a hacer que mi vida sea mejor, se transforme y me saque de los problemas. Soy auténtico-a. Salgo con gente auténtica, no con la que me impresiona o se deja impresionar por mí.
- El dinero no tiene poder sobre mí. Yo tengo poder sobre el dinero. La clave del éxito es siempre perder un poco cada vez que hago un negocio. Así cada uno sale satisfecho. Esta actitud proyecta una idea de honorabilidad de mi persona y todos quieren hacer negocios y trabajar conmigo. El dinero fluye.
- Tengo confianza de que nada me sucederá. Tener miedo del dinero: si gasto o si no gasto, si invierto o se hice lo correcto con mi dinero. Ese miedo me puede volver avaro-a o me hace evadir relaciones u oportunidades. La mejor forma de proteger el dinero es proteger mi relación con otros. Es cumplir promesas, obedecer la ley, comunicarse honestamente. Así no hay peligro de perder mi dinero.
Fuente: Happy Money, Ken Honda